Porque quedan pocos sitios en el mundo que ofrezcan tanto y sigan tan vírgenes, porque la sonrisa de los srilankeses es el icono nacional. Tienes playas, cocos, templos increíbles, plantaciones de té y acantilados que quitan el hipo, y una gastronomía muy especial. Puedes estar cantando una canción en tu coche y quedarte mudo porque un elefante salvaje ha decidido pararse a comer en mitad de la carretera. También puedes despertarte de tu siesta en la playa porque una vaca ha decidido llamar a otra vaca a tu lado.
Todo esto mientras pasas la noche en una villa con piscina privada por lo que te cuesta en España un capricho de Zara.
Cualquier momento es bueno para viajar a Sri Lanka. Es un país que ofrece tanto que realmente la lluvia no va a quitarte las ganas de hacer cosas.
No obstante, te recomendamos que si puedes viajes entre diciembre y mayo, ya que es la época seca. Hay dos zonas distintas de costa en la que los monzones son en épocas diferentes por lo que siempre hay una alternativa.
Realmente no hay ninguna condición extrema que limite a ningún tipo de viajero.
No obstante, las distancias son largas, la infraestructura de transporte no está muy avanzada, y algunas regiones son muy salvajes todavía. Estas pequeñas limitaciones podrían acotar un poco el perfil del viajero.
No hay muchas variedad de transporte público y el que hay necesita desarrollarse aún todavía. Conducen por el lado derecho y en las carreteras hay bastantes animales salvajes en libertad.
Si a esto le sumamos que las distancias son muy grandes, la mejor manera de moverse es con un chófer privado. Nosotras tenemos al mejor chófer y guía de toda Sri Lanka.
No nos gustan los desde porque un presupuesto es muy relativo.
Dependiendo de tus preferencias o de las fechas en las que viajes los precios son muy distintos.
Particularmente, Sri Lanka tiene un coste de vida muy bajo. Comer en un restaurante puede costarte unos 3€ al cambio. Hay infinitas posiblidades de hoteles y las más baratas empiezan desde los 5€ la noche. Los vuelos son lo que pueden encarecer el viaje y algunas prestaciones de las villas que ofrecen todo tipo de lujos. Este sí es un destino en el que realmente se puede ajustar el presupuesto.